Instalación eléctrica cardíaca normal

En condiciones normales, el corazón se contrae de forma regular, gobernado por una instalación eléctrica que genera de forma automática impulsos eléctricos desde una área concreta (nodo sinusal) situada en la aurícula derecha del corazón y que son transmitidos hasta los ventrículos a través de una sistema específico de conducción. Este ritmo cardíaco normal se conoce como ritmo sinusal.

El nodo AV (ver esquema) constituye un centro de comunicaciones que regula el paso del impulso eléctrico hasta los ventrículos. La conexión del nodo con éstos se realiza a través de un diminuta estructura, denominado haz de His, que se bifurca en dos ramas (izquierda y derecha) que transmiten el impulso eléctrico hasta ambos ventrículos.


En condiciones de reposo se producen unos 50-70 impulsos eléctricos por minuto, y consiguientemente el mismo número de latidos, y con un ejercicio extremo se pueden alcanzar unos 170 ó 200, dependiendo de la edad y otras circunstancias. En un corazón normal, solamente hay una conexión entre las cámaras superiores (aurículas) y las inferiores (ventrículos), y cada impulso que se produce en el nodo sinusal se extingue tras haberse propagado hasta los ventrículos.

Una arritmia es una alteración del ritmo cardiaco como consecuencia del fallo de alguno de los componentes del sistema eléctrico del corazón. Las arritmias se dividen fundamentalmente en dos grupos: las arritmias lentas o bradiarritmias y las arritmias rápidas o taquiarritmias. Los latidos prematuros o extrasístoles también se consideran arritmias. Las arritmias, a su vez, pueden ser paroxísticas si aparecen y desaparecen espontáneamente, es decir, se presentan en crisis, y persistentes si se mantienen de forma indefinida, de modo que es necesaria una intervención médica para recuperar el ritmo sinusal.