Se trata de una patología benigna, sin repercusiones cardíacas en la gran mayoría de los casos, aunque en un porcentaje pequeño de pacientes sanos, las extrasístoles muy frecuentes pueden producir percepción desagradable del latido cardíaco. un deterioro importante de la función del corazón y/o provocar síntomas de insuficiencia cardíaca. En pacientes con enfermedades cardíacas, por el contrario, los extrasístoles pueden obedecer a un deterioro de su función cardíaca, por lo que es necesario una evaluación estrecha.
Para su diagnóstico, serán útiles las siguientes pruebas:
- ECG de 12 derivaciones: nos permitirá conocer el origen del extrasístole
- Holter-ECG: proporciona información acerca del número total de extrasístoles (la carga de extrasistolia a lo largo del día) y sus características.
- Ecocardiograma: permite evaluar la función y estructuras del corazón.
El tratamiento de los extrasístoles sólo será necesario en aquellos casos muy sintomáticos. En primer lugar, se recomienda evitar sustancias estimulantes, como el café, tabaco, alcohol o té, si bien tales medidas suelen ser poco eficaces. Algo similar ocurre con el tratamiento farmacológico, que se basa en el empleo de betabloqueantes, calcioantagonistas, u otros fármacos antiarrítmicos, como la flecainida.
Cuando los extrasístoles son muy frecuentes y sintomáticos, o provocan un deterioro de la función cardíaca, está indicada su eliminación mediante ablación con catéter, cuyos resultados son superiores al 90%.